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A ejemplo de santo Domingo que fue «padre y consolador de los frailes enfermos y de cuantos estaban atribulados»,1 tenga el superior diligente cuidado de los enfermos, y aunque no se lo pidan, con ellos haga uso de oportunas dispensas. Sean solícitos en visitarlos tanto él como los frailes. 

Constitutio
In fieri:
No
Entró en vigor:
Primera promulgación:

6

Para que la cooperación apostólica y la comunión fraterna den frutos abundantes, es de sumo interés la participación unánime de todos los frailes: «el bien, en efecto, que es aprobado en común, es promovido con rapidez y facilidad».2 Por eso haya en todos los conventos coloquios para promover la vida apostólica y regular.

Constitutio
In fieri:
No
Entró en vigor:
Primera promulgación:

4

  1. Para que cada convento sea una comunidad fraterna, todos recíbanse y abrácense mutuamente como miembros del mismo cuerpo, distintos ciertamente por su índole y función, pero iguales en el vínculo de la caridad y de la profesión.
  2. Conscientes de su responsabilidad hacia el bien común, los frailes asuman voluntariamente los oficios dentro del convento, y alégrense de tomar parte en todos los trabajos de los demás, y en ayudar a los que vean sobrecargados.
Constitutio
In fieri:
No
Entró en vigor:
Primera promulgación:

3

  1. Como en la Iglesia de los Apóstoles, así entre nosotros, la comunión se funda, edifica y consolida en aquel mismo Espíritu en el que de Dios Padre con una sola fe recibimos al Verbo, con un solo corazón lo contemplamos y con una sola voz lo alabamos; en el que somos hechos también un solo cuerpo los que de un solo pan participamos; en el que finalmente tenemos todas las cosas en común y a la misma obra de evangelización somos destinados.

  2. Los frailes, por la obediencia concordes, por la disciplina de la castidad asociados en un amor más elevado, por la pobreza más estrechamente dependientes unos de otros, edifiquen primero en su propio convento la Iglesia de Dios que, mediante su trabajo, han de extender por el mundo.

Constitutio
In fieri:
No
Entró en vigor:
Primera promulgación:

2

  1. Según se nos advierte en la Regla, lo primero por lo que somos congregados en unidad es para habitar unánimes en casa, y tener una sola alma y un solo corazón en Dios. Esta unidad alcanza su plenitud, más allá de los límites del convento, en la comunión con la Provincia y con toda la Orden.
  2. La unanimidad de nuestra vida, enraizada en el amor de Dios, debe dar ejemplo de la reconciliación universal en Cristo que predicamos con la palabra.
Constitutio
In fieri:
No
Entró en vigor:
Primera promulgación: