Los vicariatos provinciales

Se debe determinar en las normas del estatuto del Vicariato:

1. sobre la celebración del Capítulo del Vicariato;
2. sobre el oficio del Vicario Provincial que preside el Vicariato como Vicario del Prior Provincial;
3. sobre los oficiales del Vicariato;
4. sobre la formación y de la promoción de las vocaciones;
5. sobre el derecho a participar por oficio en el Consejo de Provincia y en el Capítulo Provincial (cf. n. 352 § I, 1º), con voz activa o no;
6. sobre las facultades que el Prior Provincial puede conceder al Vicario, oído el Consejo, para la admisión de candidatos al noviciado y a la profesión simple, para la asignación de los frailes a una casa o convento del Vicariato, para la confirmación de los priores conventuales y para la institución de los superiores de las casas.

1. En cada uno de los Vicariatos haya un consejo, con cuyo consentimiento o parecer ha de contar el Vicario Provincial en los asuntos más importantes, según las normas del estatuto del Vicariato. Las actas de dicho consejo, después de su reunión, deben de ser enviadas al Prior Provincial.
2. El número y el modo de elección o institución de estos consejeros sea determinado por el estatuto del Vicariato.
3. Por otra parte, cuando el Prior Provincial según las normas establecidas en Libro de las Constituciones y Ordenaciones o en el estatuto de la Provincia y del Vicariato debe tratar de asuntos que atañen al Vicariato, consulte también al Consejo del Vicariato; pero la confirmación, la institución o la remoción del Vicario Provincial las trate el Prior Provincial solamente en el Consejo de Provincia (cf. n. 373, 1º).

Todos los frailes, sobre todo los que llevan vida fuera del convento, reúnanse periódicamente para tratar los asuntos de la vida apostólica y regular y, si fuera el caso, para hacer algunas propuestas para el futuro Capítulo Provincial.