- Por esto, «nuestro estudio debe tender principal, ardiente y diligentemente a esto: que podamos ser útiles a las almas de los prójimos»1.
- Mediante el estudio los frailes piensan detenidamente en su corazón la multiforme sabiduría de Dios y se preparan para el servicio doctrinal de la Iglesia y de todos los hombres. Y tanto más se deben entregar al estudio cuanto que, por la tradición de la Orden, son llamados más especialmente a cultivar la inclinación de los hombres hacia la verdad.
- Este trabajo debe realizarse según las exigencias de cada materia, y requiere recia disciplina y la aplicación de todas las fuerzas.
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Constituciones primeras, prol.