El convento donde muere y el convento al que estaba asignado celebren por él el oficio y la Misa de difuntos.
En toda la Provincia a la que estaba afiliado:
cada presbítero y cada convento celebre una misa;
cada fraile no presbítero participe en una Misa. Hágase lo mismo en el convento de asignación si el fraile estuviera asignado a un convento no perteneciente a la Provincia de afiliación.
En toda la Orden:
en la muerte del Maestro de la Orden cada presbítero celebre una Misa, cada fraile no sacerdote participe en una misa;
en la muerte del Maestro y del ex-Maestro de la Orden cada convento celebre la Misa de difuntos.