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Conviene que, al menos, se cante alguna parte del oficio divino, en particular aquellos elementos que por su índole especial requieren el canto.
Sin embargo, sobresalgan nuestras celebraciones, por su simplicidad y sobriedad.
Conviene que, al menos, se cante alguna parte del oficio divino, en particular aquellos elementos que por su índole especial requieren el canto.
Sin embargo, sobresalgan nuestras celebraciones, por su simplicidad y sobriedad.
Todos los frailes están obligados a la Misa conventual y a la liturgia de las horas celebradas en el coro; ahora bien, cada uno debe tener conciencia de su obligación común.
Los que no puedan asistir a la celebración común, si son profesos solemnes digan en privado el oficio divino, y si son profesos simples digan al menos laudes y vísperas.
Para favorecer la conversión de toda nuestra vida por la virtud de la penitencia, los frailes practiquen con frecuencia la confesión sacramental.
Los frailes deben celebrar públicamente la Misa conventual y el oficio divino; y ya que la liturgia es acción de todo el pueblo de Dios, se ha de favorecer la participación de los fieles en nuestras celebraciones.
Por voluntad misma de santo Domingo debe tenerse la celebración solemne y comunitaria de la liturgia entre los principales oficios de nuestra vocación.
En la liturgia, y en la Eucaristía, actúa, hecho presente, el misterio de la salvación, en el que los frailes participan y contemplan y por la predicación anuncian a los hombres para que éstos se incorporen a Cristo mediante los sacramentos de la fe.
En ella, los frailes, unidos a Cristo, glorifican a Dios por el eterno propósito de su voluntad y la admirable dispensación de la gracia, y ruegan al Padre de las misericordias por toda la Iglesia, y por las necesidades y salvación de todo el mundo. Por esto, la celebración de la liturgia es el centro y el corazón de toda nuestra vida, cuya unidad sobre todo radica en ella.
Para fomentar la observancia regular y la saludable enmienda de los frailes, pueden hacer correcciones los superiores, moderadores de centros de estudios y maestros de los frailes en formación.